Según un informe de Polaris Market Research, el tamaño del mercado mundial de la banca abierta se valoró en 16,140 millones de dólares en 2021 con proyecciones de crecimiento a 128,120 millones de dólares en 2030. La investigación destacó la región de Asia-Pacífico como la que experimentará un mayor crecimiento durante el periodo de previsión.
La banca abierta es una oportunidad prometedora para los líderes empresariales, lo que puede llevar a una mayor competencia y la necesidad de servicios financieros innovadores. Además, los ejecutivos de sectores no financieros pueden beneficiarse de la formación de nuevas asociaciones con empresas de tecnología e instituciones financieras tradicionales.
Este concepto es una fuerza positiva, ya que ofrece a los consumidores una mayor visibilidad, transparencia y control sobre sus finanzas y datos. En Gran Bretaña, según un estudio de PwBt, el 77 % de los consumidores afirman que ahora es más importante para ellos estar al tanto de sus finanzas, mientras que otro 73 % valora una mayor visibilidad y control sobre sus gastos mensuales.
Los pequeños empresarios también se enfrentan a un aumento de los costes y a un entorno macroeconómico difícil, por lo que la retención de clientes y el aseguramiento de las ventas siguen siendo su principal objetivo.
En la situación actual, los comercios no pueden permitirse el riesgo de perder clientes por una mala experiencia de pago. De acuerdo con el documento publicado en 2021 por Amex YouGov Research, el 78% de los consumidores indicaron no completar una compra si se les pide que introduzcan información adicional en la caja.
La implementación de opciones de pago compatibles con Open Banking, como las transferencias bancarias cómodas, seguras y sin fricciones, ofrece a los clientes una mejor experiencia y, a su vez, minimiza el abandono de carritos para los comercios en línea.
Las ventajas no son exclusivas de los comercios en línea: las tiendas físicas también pueden beneficiarse. Pagar con transferencia bancaria agiliza los pagos en las tiendas físicas al permitir a los clientes utilizar códigos QR y enlaces de pago en sus dispositivos móviles.
Los pagos de Open Banking suelen reducir las comisiones y permiten una conciliación más ágil, lo que les ahorra tiempo al eliminar la necesidad de comprobar y perseguir manualmente los pagos. Esto también les permite recibir los pagos con mayor rapidez, lo que contribuye a la gestión del flujo de caja.
Los comercios se enfrentan a menudo a un mayor escrutinio cuando tienen que hacer frente a un entorno operativo novedoso y puede resultar difícil esforzarse por innovar en momentos como este. A través de los pagos de Open Banking, estos no solamente se beneficiarían de un importante ahorro de costes, sino que pueden ofrecer a sus clientes una experiencia segura y fluida que minimiza el abandono de la cesta de la compra difelizando a los clientes.
Finalmente, los pagos de Open Banking son ahora más relevantes que nunca, ya que tanto empresarios como consumidores se enfrentan a un entorno macroeconómico difícil y quienes estén dispuestos a dar un paso hacia la innovación se beneficiarán enormemente a largo plazo.