La pandemia propició un cambio significativo en las preferencias de comerciantes y consumidores, impulsándolos hacia métodos de pago sin contacto. Este fenómeno, según los datos del Libro Rojo del Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado (CPMI) del Banco de Pagos Internacionales (BIS), está dando lugar a una transformación palpable en los sistemas financieros.

 

A escala mundial, el valor de los pagos sin efectivo como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) nominal ha experimentado un incremento del 4 % en las economías avanzadas, contrastando con una disminución del 2 % en las economías emergentes y en desarrollo. Proyectando hacia el futuro, se estima que las aplicaciones de pago móvil facilitarán transacciones por un total de $1.152 billones. 

 

La creciente popularidad de las tarjetas de crédito y débito con tecnología NFC, junto con las billeteras móviles como Apple y Samsung Pay, está permitiendo transacciones digitales sin contacto de manera fluida, con capacidades destacadas de reducción de fraudes, especialmente entre los usuarios. 

 

“la digitalización de los pagos ha sido un cambio trascendental en el panorama financiero actual, ofreciendo a los consumidores la conveniencia y seguridad que buscan”. 

 

El impulso de la evolución de los pagos digitales se amplía mediante innovaciones como las API de banca abierta y la verificación biométrica. Las API facilitan la integración fluida de servicios financieros en plataformas no financieras, mientras que la comprobación biométrica intensifica la autenticación de transacciones y la detección de fraudes.

 

Con la creciente adopción de los pagos digitales por parte de los consumidores, se anticipa un aumento del 9 % en usuarios de pagos móviles de persona a persona en EE. UU. este año, proyectando alcanzar un total de 147.6 mil millones. 

 

En lo que respecta a los pagos sin efectivo per cápita anuales, se observa un incremento del 10 % en las economías avanzadas, alcanzando los 468, mientras que en economías emergentes y en desarrollo el aumento fue aún más pronunciado, registrando un 18 %, llegando a 291. Las tarjetas de pago lideraron este cambio, seguidas de trasferencias de crédito, marcando la declinación continua de los pagos con cheque. 

 

En América Latina, según el artículo “El Auge de los Pagos Digitales en América Latina”, se exhibe un sólido liderazgo en la adopción de pagos digitales, con un 77 % de los consumidores utilizando métodos electrónicos, según la investigación de Mastercard en 14 países de la región. El estudio del Banco de México también revela un cambio relevante en México, con una disminución del uso de efectivo del 88 % antes de la pandemia al 82 % en 2022. 

 

Durante el año 2022, los pagos digitales experimentaron un crecimiento notable, liderado por India en número de transacciones (76 %), seguida por Argentina (49 %), México (39 %) y Brasil (28 %). 

 

La transformación financiera en América Latina se impulsa mediante la evolución del Open Finance, redefiniendo la prestación de servicios financieros en una economía abierta. En este proceso, la integración del Payment as a Service en experiencias digitales desempeña un papel valioso.

 

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