El nearshoring en México está experimentando cambios significativos, impulsados por la creciente presión corporativa hacia la sostenibilidad ambiental. La frecuencia creciente de fenómenos climáticos extremos subraya la urgente necesidad de integrar criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG) en las estrategias empresariales en el país.
Según un informe reciente de EY, el 58 % de las empresas latinoamericanas han adoptado estrategias de sostenibilidad, pero enfrentan desafíos para cumplir completamente con las nuevas regulaciones. En México, la normativa que entrará en vigor en 2025 obligará a las empresas públicas a informar obligatoriamente sobre aspectos ESG, representando un avance valioso hacia la sostenibilidad, aunque también pone de relieve los retos pendientes.
Los sectores más vulnerables al cambio climático en México, como energía, minería, transporte, telecomunicaciones y finanzas, deben lidiar con desafíos específicos relacionados con la descarbonización y la adaptación a normativas ambientales más rigurosas. Estas industrias están sujetas tanto a regulaciones locales como internacionales, además de tener que gestionar los impactos directos del cambio climático en sus operaciones y cadenas de suministro.
Por otro lado, el nearshoring en México enfrenta riesgos evidentes debido a la reubicación de empresas globales y las crecientes exigencias de sostenibilidad en las cadenas de suministro internacionales. Países como Canadá imponen regulaciones estrictas que van desde la eliminación del trabajo forzado hasta estándares ESG, lo que representa un desafío significativo para las empresas mexicanas que buscan integrarse en cadenas de suministro éticas y sostenibles.
La escasez de agua en México, particularmente en el norte y áreas como Tampico, está teniendo un impacto crítico en la industria, obligando a grandes empresas a detener operaciones y resaltando la necesidad urgente de una gestión más eficiente de este recurso vital para evitar interrupciones en la producción y distribución.
En contraste, la transición hacia energías renovables ofrece una oportunidad para garantizar un suministro eléctrico sostenible y confiable en México. La inversión en energías limpias no solo cumple con compromisos ambientales globales, sino que también puede atraer flujos de inversión considerables al país, fortaleciendo su posición en la economía mundial.
México es considerado un destino estratégico para la producción fuera de China por empresas estadounidenses, y el Surman Industrial Park (SIP Mieleras) en el noroeste de Torreón, Coahuila, emerge como una opción destacada. Este desarrollo de 120 hectáreas “build to suit” no solo ofrece infraestructura moderna, sino también servicios personalizados que abarcan desde mejoras en procesos de manufactura hasta la gestión integral de la reubicación industrial.
Ubicado estratégicamente, Surman Industrial Park (SIP Mieleras) facilita conexiones eficientes con los centros clave de manufactura y distribución de la región, optimizando la accesibilidad logística para las empresas. A solo seis horas de la frontera con Estados Unidos en Nuevo Laredo, conecta Torreón con Monterrey, Ciudad de México y Ciudad Juárez.
Equipado con su propia subestación eléctrica, líneas de alta y baja tensión, así como un sistema de suministro de agua y gas natural, Mieleras Industrial Park está preparado para enfrentar desafíos como la escasez de electricidad. Este enfoque en infraestructura sostenible refleja un compromiso con prácticas ambientalmente responsables, lo que fortalecerá la economía local y abrirá nuevas oportunidades para inversores interesados en establecerse en Coahuila.