Hasta junio del 2022 y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación en México alcanzó su mayor nivel en 21 años, al ubicarse en 7.99%. Dicho escenario, fue poco alentador para los consumidores mexicanos al limitar sus posibilidades para adquirir un vehículo nuevo, pero abrió un nuevo canal de oportunidad para el leasing automotriz.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en agosto de 2022 el costo de los autos incrementó en un 8.71 por ciento, y se prevé que estos aumentos continúen durante este año.
En Norteamérica la rápida adopción de los servicios de arrendamiento de automóviles se logró gracias a las bajas tasas de interés ofrecidas por dichos servicios, así como una serie de iniciativas emprendidas por los gobiernos en colaboración con destacadas empresas de movilidad eléctrica. Este es un modelo de negocios que podría fácilmente replicarse en México.
Datos presentados por Mobility Outlook Bureau, en los que se indicó que el mercado de arrendamiento de automóviles podría mostrar un desempeño favorable a lo largo del 2023, con proyecciones de crecimiento de hasta el 6.1% para 2031. Asimismo, en un informe elaborado por Transparency Market Research se detalló que el mercado del leasing automotriz podría alcanzar un valor de 960.38 millones de dólares para ese mismo año.
Ante los eventos macroeconómicos que condicionan los hábitos de consumo, así como el surgimiento de nuevas necesidades que obedecen al desarrollo constante de tecnología e innovación en el sector automotriz, el leasing podría mostrar su fortaleza para todos los sectores de consumo, incluidas las empresas.
Este modelo de arrendamiento atrae algunos beneficios fiscales para las empresas. Y es que, con la aprobación en 2016 de la Reforma Hacendaria, entró en vigor una nueva Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) en la que se aborda la deducción al arrendar un automóvil para personas físicas y morales.
Los pagos son deducibles por un monto máximo de $200.00 pesos diarios, si se trata de autos convencionales, para los vehículos híbridos o eléctricos la deducibilidad aumenta un 40 por ciento.
Adicionalmente, con el leasing automotriz no es necesario contar con una amplia línea de crédito en una institución bancaria, únicamente se requiere el capital para cubrir un pago inicial mínimo y continuar con el pago mensual de una cuota fija y asequible. Este coste mensual puede incluir el impuesto sobre tenencia, cobertura en caso de avería y daños, por lo que resulta sencillo presupuestar un vehículo por eso existe una inclinación de los consumidores hacia este tipo de soluciones de movilidad accesibles.