El fenómeno de la relocalización está impulsando significativamente el comercio electrónico y la manufactura en México. La estrategia de nearshoring no solo ha beneficiado a la industria manufacturera, sino también a las actividades logísticas, posicionando a México como un centro clave en América Latina.
Antes de la pandemia de COVID-19, el comercio electrónico tenía una presencia limitada en el país. No obstante, este sector ha experimentado un crecimiento acelerado desde entonces. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), en 2023, el comercio electrónico minorista creció un 24.6 % anual, alcanzando alrededor de 66 millones de usuarios.
Este incremento significa que casi la mitad de la población mexicana adquirió productos a través de Internet. Se pronostica que para 2028 las ventas en línea representen alrededor del 20 % del total de ventas en México, comparado con el 11 % actual.
En cuanto al sector logístico, el 40 % del espacio inmobiliario industrial en México, ubicándose solo detrás del sector manufacturero, que ocupa el 60 %. La relocalización en el ámbito logístico ha sido fundamental para atender la creciente demanda del comercio electrónico, consolidando a México como un centro de almacenaje estratégico.
Las inversiones en logística se estiman en 25 mil millones de dólares, concentrándose principalmente en la Ciudad de México, Estado de México, Guadalajara y Monterrey. Dentro del sector logístico, entre el 15 % y el 20 % del espacio inmobiliario está vinculado al comercio electrónico, abarcando además alimentos y componentes médicos.
En este contexto, la aprobación de un préstamo de 1,000 millones de dólares por parte del Banco Mundial al gobierno de México refuerza esta tendencia. Este financiamiento, orientado a promover un desarrollo financiero sostenible e inclusivo, tiene como objetivos facilitar el acceso a financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) y mejorar el marco de las políticas para las finanzas sostenibles.
El sector industrial mexicano, especialmente en segmentos como el automotriz, eléctrico y metalmecánica, está respondiendo a esta demanda con la construcción de 50 nuevas naves industriales. Estas instalaciones buscan expandir la capacidad manufacturera y fortalecer la infraestructura para el comercio electrónico, optimizando la última milla.
México está apoyando el desempeño del mercado norteamericano, especialmente en la importación de componentes manufacturados, mientras desarrolla una capacidad instalada atractiva para satisfacer la demanda interna.
La Ciudad de México y su zona metropolitana emergen como líderes en rentabilidad y logística avanzada, mientras que las mejoras en la infraestructura fronteriza prometen facilitar el comercio internacional de manera eficiente y automatizada.
Finalmente, las inversiones derivadas de la relocalización continúan generando un efecto de atracción tanto a nivel global como local. El comercio en línea seguirá siendo un factor clave en la generación de valor para las empresas mexicanas en los próximos cinco años, marcando una etapa decisiva para el crecimiento económico del país.