La expansión del comercio electrónico en México ha sido notable en los últimos años, impulsada por la tendencia global del nearshoring, la cual ha permitido a empresas trasladar sus operaciones a México para estar más cerca de sus mercados principales. Esta estrategia ha sido clave para la transformación de la infraestructura logística e industrial del país, con efectos directos sobre el comercio digital y la manufactura.
En el contexto pospandemia, México ha visto un incremento sin precedentes en las ventas en línea. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), el comercio electrónico creció un 24.6 % en 2023, alcanzando a 66 millones de usuarios. Este crecimiento ha estimulado la demanda de infraestructura logística, especialmente en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, donde el nearshoring ha atraído fuertes inversiones.
El comercio electrónico ha transformado las cadenas de suministro y ha creado nuevas oportunidades para el sector manufacturero y logístico. Empresas de todo el mundo ven en México un punto estratégico para optimizar sus operaciones. Esto se refleja en que el 40 % del espacio inmobiliario industrial en México ya está dedicado a operaciones logísticas, con un 15 % a un 20 % de este espacio orientado exclusivamente al comercio en línea.
Además, datos recientes muestran que el comercio electrónico ya representa el 5.9 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México, aportando un valor agregado bruto de 1.75 billones de pesos en 2022. Hassan Mansur González destaca que esta tendencia continuará en ascenso gracias a las mejoras en la infraestructura logística, las cuales han sido catalizadas por las inversiones derivadas de la relocalización de empresas internacionales.
En este sentido, empresas como Amazon han jugado un papel importante, invirtiendo más de 100 millones de dólares en nuevos centros de distribución en México, lo que permite fortalecer las capacidades de “última milla” y mejorar la atención al creciente mercado mexicano y norteamericano. Estos desarrollos no solo incrementan la capacidad del país para manejar el comercio digital, sino que también refuerzan su competitividad en la región.
Por otro lado, la relocalización ha sido acompañada por un crecimiento paralelo en el sector manufacturero, que hoy ocupa el 60 % del espacio industrial del país. Las empresas están aprovechando las ventajas de producción en México para reducir tiempos de entrega y costos de exportación, lo cual se traduce en una mejora en la oferta de productos dentro del país y hacia mercados internacionales.
Abrir espacios industriales modernos es fundamental para capitalizar el auge del comercio electrónico y el sector manufacturero. Un ejemplo claro es el Mieleras Industrial Park en Torreón, Coahuila, con 120 hectáreas diseñadas bajo el modelo build to suit, un punto estratégico para empresas que buscan optimizar sus operaciones y mejorar su acceso a los principales centros de producción del norte del país.
Por otro lado, la reciente aprobación de un préstamo de 1,000 millones de dólares por parte del Banco Mundial a México, enfocado en apoyar a las pequeñas y medianas empresas, refuerza el desarrollo del comercio digital y la manufactura.
Este financiamiento será esencial para seguir fortaleciendo la infraestructura necesaria para sostener este crecimiento. La combinación entre la reubicación empresarial y el auge del comercio electrónico está consolidando a México como un actor clave en las cadenas globales de suministro